lunes, 4 de enero de 2016

Está el lugar donde se cruzan las formas y dejan huellas oscuras imagenes en perperuo cambio
reflejos
mentiras
Está el hambre que siempre es hambre, que no admite ser saciado que agujerea el tiempo donde estoy, atunelando los cultivos
los tejidos del recuerdo
el buen vivir que huelo en las palabras frescas de las frentes y manos
reconocibles en mi,
de la piel
de los pliegues ínfimos,morenos, tiernos y sensuales
en la arena, contra una pared unas rejas a media espalda, en nosotros
de las grietas, de las historias, del peso y la consecuencia
de los hablares, del tu

Está el silencio.

Está  la huida de lo conocido, ese goce despiadado e infame del volver a conocerte
o desconocerte
atropellando  todas las horas clavadas en calor de la rabia y el rencor
de entrega a horas menos interesantes
de intentar cincelar intentar el aire con mis... plegarias?
adolescentes por supuesto
la piedad

Están los ideales de los grandes,
los bustos y fotografías, perfiles y frentes

la apariencia

Está el vacío
donde mis piernas jadean
y la espalda se quiebra
donde veo cabellera siendo pelo regado
el derrame en el blanco
donde veo la edad y el absurdo
de donde espero estar lejos, allá en los reinos de mis utopías

y lo tomo todo
y me baño en todo
y respiro todo
dentro de todo

escapar es estar.